Hay novios que sufren amargamente pensando que tienen que hablar delante de los invitados; que dejan de ser amigos y familiares para convertirse, a sus ojos, en un masa informe y sedienta de sangre. Otros confían ciegamente en su talento natural y/o capacidad oratoria…
A los primeros: TRANQUILIDAD. Todos (o la inmensa mayoría) de los presentes os conocen y os quieren.
A los segundos: aplaudo vuestra confianza, pero os aconsejo que preparéis unas notas por si, dios-no-lo-quiera, os quedáis en blanco nuclear.
Recomendaciones para escribir tu discurso
Es importante que os pongáis de acuerdo en si ambos vais a decir unas palabras o sólo será uno de vosotros el que se dirija al público.
Haced una lista de los temas que queréis tratar y, si vais a hablar los dos, repartidlos para que no os repitáis.
Hay tres claves que tenéis que tener en mente:
Claridad
¿Qué es lo que quieres decir?
Lo habitual es que agradezcas su asistencia a los presentes, compartas tu felicidad con ellos y dediques unas palabras a tu pareja.
Salvo que haya algún caso muy especial (alguien que tenga mucha relevancia para vosotros o para vuestra pareja, personas que asisten desde muy lejos, etc.) no tenéis por qué mencionar a nadie de forma explícita. Basta con dar las gracias a las familias e invitados, compartir lo especial que es que hayan podido acompañaros y reconocer lo importantes que son en vuestras vidas.
Brevedad
Es un momento de alegría y celebración para vosotros… y también para los vuestros. Pero por mucho que os adoren, a nadie le gusta que, en plena fiesta, alguien suelte una chapa de media hora.
Ya lo dijo Baltasar Gracián: “lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
Di lo que tengas que decir de una forma concisa.
Emoción
No nos engañemos, lo que acabáis de hacer es bonito y romántico: habéis reunido a toda vuestra gente y les habéis hecho partícipes de que queréis terminar vuestros días juntos; así que medítalo un poco y ten en mente lo que más te gusta de él o ella. Dale dos o tres motivos por los que le has elegido entre todas las personas del mundo.
Último consejo y petición personal
Por favor, por favor, por favor… Sinceridad
Las personas que te escuchan, te conocen.
Tu ya marido, o tu ya mujer, te conoce todavía mejor, y no hay nada peor que escuchar palabras falsas y prefabricadas que suenan inverosímiles en tu boca. Google es maravilloso. Viva Google. Pero nada bueno puede salir de copiar un discurso que alguien que no eres tú le ha escrito a alguien que no es él (o ella).
Exprésate como suelas hacerlo; sé tú mismo… y habla con el corazón.